“La oración eficaz del justo puede mucho. Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente…” Santiago 5:16-17.

Elías oraba bajo la dirección de Dios. Él sabía lo que Dios quería porque se lo comunicaba. Cuando estamos en su presencia entendemos lo que Dios quiere hacer. De Él viene la visión, el discernimiento, la revelación de sus planes futuros, las maneras en que quiere moverse en nosotros y a través de nosotros.

Elías oraba con fervor. Cuando leemos algunas de sus oraciones en los libros históricos descubrimos su deseo ardiente por Dios. Nada era igual después de que él oraba.

Elías oraba con fe. El creía que cada palabra suya era escuchada por Dios. Así que podía orar para que llueva o que deje de llover, para que resucitara un muerto, para que no falte aceite en la casa de una viuda, o para que Dios haga descender fuego del cielo. Sus oraciones nos muestran que todo es posible si le creemos al Señor.

Elías oraba esperando el tiempo de Dios. Podía orar para que no lloviera y esperar la siguiente instrucción de Dios. Después de tres años… ¡tres años! Dios le dice que vuelva a orar por lluvia. Eran oraciones acompañadas de obediencia, y el Señor siempre responde a estas oraciones.

Elías oraba buscando que Dios recibiera toda la gloria. Él nunca persiguió beneficioso personales, ni reconocimiento. Siempre llevó al pueblo a escuchar a Dios y adorarle a Él.

Si tú eres un hijo de Dios entonces eres justo delante de Él. Tus oraciones serán respondidas en el tiempo y la forma fijados por Dios. Solo confía y lo verás hacer grandes obras.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

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