“Como está escrito: Te he puesto por padre de muchas naciones. Y lo es delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen.” Romanos 4:17.

Dios nos define. Él nos creó para su gloria y nos capacita para cumplir sus propósitos. Tiene el control de nuestra vida y entorno de tal manera que su providencia se manifiesta en nosotros. Al estar en sus manos podemos confiar que seremos lo que Él ha querido que seamos.

Dios definió a Abram. Lo sacó de Ur de los caldeos, lo condujo a Canaán, le prometió una nueva tierra, y lo llamó “padre de multitudes” cambiándole el nombre a Abraham aunque su esposa Sara era estéril. Es que Dios “llama las cosas que no son como si fuesen”. Llamó al anciano Abraham “padre” como si lo fuese. Abraham lo creyó, y al fin la promesa se cumplió.

Dios no hace diferencias entre sus hijos, por lo que espera que conozcamos y creamos en los planes que trazó para nuestra vida. Él quiere compartir tiempo con nosotros, hablarnos, mostrarnos lo que preparó desde la eternidad para llevar a cabo en y a través de nuestra vida, pero debemos escucharlo y poner la fe en marcha.

En Hebreos 11:1 leemos: “La fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve”. Sería fácil celebrar después de que el plan se completó, pero Dios quiere ver tu gozo desde los inicios, cuando todavía no se vislumbra nada.

¿Qué te ha dicho Dios? ¿Qué planes te ha mostrado? ¿Crees que sus propósitos son demasiados elevados para ti? Recuerda, Él llama las cosas que todavía no son, como si ya fuesen. Comienza a vivir como si Dios ya hubiera cumplido su promesa. Tu fe en Él te mostrará el camino a seguir diariamente.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

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