¿Cómo fue tu fin de semana? Tal vez tuviste un domingo de celebración en la presencia de Dios recordando todo lo que Él significa para ti, dándole gracias por la vida eterna, alabándolo con tu familia. Quizás has sido de bendición a otros y eso te hizo sentir muy bien. Pudiste descansar y disfrutar con la familia, pero llegó el lunes…

¡Lunes! Otra vez a la lucha. Las actividades rutinarias de la casa, el trabajo, preparar a los niños para todas sus actividades… Con solo pensar que se viene otra semana parecida a la pasada ya nos comenzamos a estresar…

¿Qué pasó con lo que recibimos de Dios el domingo? ¿Solo sirvió para ese día? ¿Y los lunes? ¿Qué pasa con el primer día de la semana?

El apóstol Pablo veía cada nuevo día como una oportunidad para crecer, y no era inmune al desaliento o al sufrimiento, él sabía muy bien de qué se trataba el dolor, pero también sabía lo que era ver a Dios intervenir en su vida y en las circunstancias que le rodeaban cuando sentía que había llegado al límite de su resistencia física y anímica.

Él nos recuerda en 2 Corintios 4:17: “…Nuestras dificultades actuales no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades!”

Tal vez las circunstancias este lunes no cambien o se compliquen, sin embargo, puede ser un día diferente si ves los problemas como oportunidades para que el Señor siga trabajando en ti.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

compartir por messenger
compartir por Whatsapp