Santo Dios poderoso, hoy vengo ante tu presencia a rendir mi corazón, desnudarlo en tu altar y entregarme tal y como soy. Tú conoces todo de mí y sabes que nada sería si no te tuviera conmigo. Por eso, hoy te agradezco por todas tus bondades y por permitirme sentir tu presencia. En este momento, solo una cosa quiero pedirte, y es que no permitas que me aparte de ti nunca, porque seguramente moriría si no estuvieras conmigo. Por favor, lléname cada día más de ti y enamórame más de tu presencia para nunca alejarme de tu lado. Amén.

compartir por messenger
compartir por Whatsapp