Amado Dios del cielo, en este momento me acerco a ti con un corazón abierto y dispuesto para escuchar tu voz y atender a lo que quieras hablar a mi vida. Me acerco a ti para poner todas las cosas en tus manos, cuidando de hacer tu voluntad en mi vida. Vengo ante ti con una actitud agradecida porque me has permitido ver la luz de un nuevo amanecer y porque he despertado con salud y alegría. En tu nombre, me levantaré confiando y creyendo que este día será de bendición conforme a tu preciosa voluntad para mi vida. Amén.

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