“Yéndose luego David de allí, huyó a la cueva de Adulam; y cuando sus hermanos y toda la casa de su padre lo supieron, vinieron allí a él. Y se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu, y fue hecho jefe de ellos; y tuvo consigo como cuatrocientos hombres.” 1 Samuel 22:1-2.

Cuando David escapa de Saúl, le sigue un grupo numeroso de “afligidos, endeudados y amargados”. Rodeado de este tipo de compañía, ¿qué podíamos esperar del futuro de David? Sin embargo, contra todo pronóstico, David levantó el ejército más valiente que tuvo Israel en su historia porque Dios estaba con él. Este grupo fue transformado y usado por Dios.

Hoy también Él puede cambiar a personas afligidas, endeudadas y amargadas en personas valientes, conquistadoras y que glorifiquen a Dios con sus vidas.

Dios cambia a los afligidos en luchadores. Afligido significa “estar angustiado, abrumado y bajo presión”. El que se sienta de esta manera tiene que saber que Dios puede hacerle fuerte frente a las presiones, y cambiar la actitud de derrota en una de esperanza.

Dios cambia a los endeudados en buenos administradores. Cuando llegamos a reconocer que todo lo que tenemos le pertenece a Dios, entonces podemos pedirle sabiduría para volvernos buenos mayordomos, sanear nuestra economía y cumplir con nuestras responsabilidades con total diligencia.

Dios cambia a los amargados de espíritu, es decir, a los que están tristes y descontentos con sus vidas, en personas de propósito. No solo viven, sino que se rinden al plan perfecto que Dios preparó para ellos.

¡Cristo vino a restaurar! Lucas 4:18: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor.”

Jesús se proclamó como Aquel que haría que estas buenas nuevas sucedieran. Lo hizo, y lo seguirá haciendo en todo aquel que se entrega sin condiciones a Él.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

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