Señor mi Dios, muy temprano me acerco a tu presencia ansiando mirar tu gloria y tu poder, pues reconozco que te necesito como un niño pequeño que necesito de su padre. En este momento, te pido que tu diestra de poder me acompañe en este día, me aliente y me levante cuando sienta que ya no puedo. Nunca apartes de mí tu rostro y mantenme siempre apasionado por ti y por buscar de tu rostro en todo momento. Avívame, aviva mi corazón y que mi espíritu arda de amor y pasión por tu presencia. Amén.

compartir por messenger
compartir por Whatsapp