Bendito Dios poderoso, bueno y misericordioso, te doy muchas gracias porque sé que todo lo que soy te lo debo a ti, porque por tu amor y sacrificio hoy tengo vida eterna. Amado Dios, glorioso Rey, vengo hoy con un corazón agradecido, anhelando disfrutar de tu presencia y de tu amor, solo deseando pasar tiempo de calidad contigo en  tus brazos. Por favor, permíteme escuchar a tus pies todo lo que quieras hablar a mi vida, todo lo que quieras corregir de mí y conocer de tu corazón, el propósito que tienes para mi vida, te lo pido mi buen Jesús, Amén.

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