“PRESTA ATENCIÓN A LAS LUCES ROJAS”

Cuando se enciende una luz roja en lugar de la luz verde que nos dice que todo está bien, debemos  actuar rápidamente; la espera solo puede complicar las cosas.

Cuántas veces hemos sido sorprendidos con situaciones que requieren este tipo de atención. Y no me refiero solo a cuestiones cotidianas, a veces se “encienden luces de advertencia” en nuestro carácter, en nuestro matrimonio, en las relaciones con nuestros hijos, con parientes, con amigos, con hermanos en la fe… ¿Cómo enfrentamos este tipo de circunstancias?

En primer lugar, debemos actuar antes de que sea demasiado tarde. Nunca deberíamos ver las advertencias como señales molestas que perturban nuestra comodidad. Si el rumbo de nuestra vida se está torciendo, debemos actuar o esperar lo peor.

En segundo lugar, debemos buscar ayuda en el lugar correcto. Si ante las fuertes señales de peligro solo acudimos a las personas que nos dirán lo que queremos escuchar, estaremos perdidos.

Dios es la “Torre de Control” a donde debemos acudir. Si lo hacemos a un lado, terminaremos como Israel: “Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua. ¿No te ha pasado todo esto por haber abandonado al Señor tu Dios, mientras él te guiaba por el camino?” (Jeremías 2:13,17).

En tercer lugar, debemos obedecer cien por ciento la dirección que recibimos de Dios. No es suficiente tomar en cuenta alguna de las recomendaciones, debemos seguir todo el consejo.

Cuando nos sometemos a Dios y dejamos que nos dirija, encontraremos la salida. Él dispondrá de los recursos que sean necesarios para guiarnos y ayudarnos a enderezar el rumbo.

Cortesí­a Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

compartir por messenger
compartir por Whatsapp