Precioso Rey Salvador, te doy muchas gracias porque me has demostrado tu amor de tantas formas, que mis palabras se quedan cortas para expresar mi gratitud. En este momento, solo permíteme postrarme ante tu presencia para adorarte y disfrutar de tu amor, tu misericordia y comprensión. Permíteme hoy entregar mis cargas ante tu presencia y descansar en ti. Hoy solo quiero amarte en silencio, disfrutar de tu presencia y renovar mis fuerzas para enfrentar este nuevo día de la mano y con la guía de tu Santo Espíritu. Te lo pido mi amado Padre, en el Nombre de Jesús. Amén.

compartir por messenger
compartir por Whatsapp