Amado Padre celestial, bendito Dios del cielo, misericordioso, bueno y eterno, te doy gracias por este nuevo día que hoy me regalas, en el que me das una nueva oportunidad de admirar tu creación y tus bondades para mi vida. En este momento, no quiero pedirte nada, solo permíteme disfrutar de tu presencia, de tu amor, de tu paz, de tu gozo y tu benignidad. Anhela hoy mi corazón sentir la llenura de tu presencia para poder afrontar este día de tu mano y bajo tu dirección. Hoy te rindo mi vida y mi mente para que tú me dirijas a tu propósito eterno. Amén.

compartir por messenger
compartir por Whatsapp