“SUELTA LA SEMILLA”

“De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.” Juan 12:24.

No hace muchos años atrás, al explorar un cementerio indígena en Los Morrillos, Argentina, encontraron diversos materiales a los que científicamente se les asignó una antigüedad de 4.400 años. Entre varios hallazgos había diversas semillas y granos de habichuelas, calabazas y maíz que al parecer formaban parte de las ofrendas funerarias de los aborígenes. Colocaron una de las semillas de porotos (nombre de origen quechua para una de las especies del conocido frijol) en un germinador. Para sorpresas de muchos, después de 30 horas germinó y pudo ser trasplantada a la tierra. ¡Después de 4.400 años!

Un frijolito puede permanecer miles de años con vida latente, bien guardada y conservada. Puede seguir así por mucho tiempo más, pero la vida se manifestará en ella y producirá mucho fruto recién cuando sea enterrada.

El Señor Jesús en este pasaje estaba hablando en primer lugar de Él. Estaba a pocas horas de ir a la cruz a morir por nuestros pecados. Debía morir, no había otra opción; era la única manera de conseguir la victoria sobre la muerte y Satanás, y abrir el camino al Padre. ¡El domingo siguiente a esta declaración se estaba cumpliendo esta palabra!

Pero también es una enseñanza para nosotros. Para nacer a una vida nueva primero hay que morir definitivamente y sin condiciones a la vieja vida. Hay que tener la fe del sembrador, que suelta la semilla en la tierra para verla transformada en poco tiempo en una planta.

Tu vida es como un grano de trigo, está en tus manos, mientras sigas reteniéndola, no sucederá nada, pero si la sueltas en las manos del Señor algo nuevo nacerá. “Lo que tú siembras no se vivifica si no muere antes…” (1 Corintios 15:36-37).

Abre tu mano. ¿Aún está tu semilla allí? Déjala que caiga en la tierra. Confía en el Señor. Espera el tiempo señalado por Dios y Él la multiplicará. Siembra tu vida por fe y Dios te dará una cosecha abundante.

Cortesí­a Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

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