«Bendito Padre de gloria, te doy gracias por tu perdón y salvación, porque por tu muerte, hoy tengo vida y salvación. En este momento y como respuesta a tu amor, te pido que me limpies cada día más para reflejar a todos los que me rodean tu amor y salvación. Anhela hoy mi corazón que tú me inundes de tu presencia para que no sea yo el que hable, sino que seas tú quien me uses como un instrumento para compartir el mensaje de salvación, te lo pido en el Nombre de Jesús. Amén.»

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