“SIN MÁSCARAS”

“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.” 2 Corintios 3:18.

“¿Por qué no cambio más rápido? ¿Qué pasa con mi carácter? A esta altura debería ser mucho mejor persona, mejor hijo, mejor cónyuge, mejor padre, mejor siervo…” Sí, todos nos hacemos estas preguntas de vez en cuando. Se supone que debemos cambiar para bien y todavía hay aspectos de nuestra conducta o nuestro carácter que nos dan algún que otro dolor de cabeza.

A pesar de lo que no vemos todavía, el apóstol Pablo nos dice, según la forma gramatical griega, que “estamos siendo transformados”, una acción continua, como si Dios nunca se detuviera. Entonces, vamos a tener que creerlo.

Pablo dice que las maneras de ver los cambios internos son como “por espejo”. Si estás pensando en los espejos que tienes en tu casa, olvídate. Los espejos de la antigüedad eran de metal, de bronce pulido, y las imágenes que reflejaban no eran claras. Pablo también dice en 1 Corintios 13:12: “Ahora vemos por espejo, oscuramente…”. Aaaaah, oscuramente… A veces no se ven tan claros los cambios, pero se están llevando a cabo poco a poco.

Pero también es importante decir que puede ser que realmente los cambios no se vean, y es porque no estamos permitiendo que el Señor nos transforme. Aparentamos haber sido cambiados, pero no es así. Más bien nos volvemos especialistas en usar diferentes máscaras. La máscara de santidad los domingos a la mañana, o la del arrepentimiento los sábados por la noche, la de buen padre en reuniones familiares, o la de buen trabajador los lunes por la mañana. Pero eso no es lo que Dios tiene para nosotros.

La verdadera transformación nos lleva a abandonar nuestras máscaras y mostrarnos con nuestra “cara descubierta”. Debemos presentarnos ante Señor tal cual somos y dejar que el Espíritu Santo trabaje en nuestros corazones. Llegar a ser como Cristo es una experiencia progresiva. Cuanto más cerca sigamos al Señor, más nos asemejaremos a Él.

Cortesí­a Pastor Pablo Giovanini

Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

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