“Y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.” Mateo 7:27

Hay personas que construyen su vida alrededor de un trabajo. Todos sus esfuerzos están dirigidos a hacerse de un nombre y posición, y cuando creen que ya tienen su futuro asegurado, lo que parecía estable se vuelve volátil y sus días se ven cubiertos por densas nubes negras.

Otros desarrollan sus vidas alrededor de una relación. Alguna vez habrás escuchado decir: “Yo sin él/ella no puedo vivir”. La felicidad, realización y seguridad dependen de una persona; pero una promesa rota o una huida inesperada y todo se derrumba.

¡Cuántos tenían sus vidas aseguradas en sus propiedades y cuentas bancarias hasta que llegó la temida bancarrota!

También, muchos edifican su vida a partir de un ministerio. Creen que sus aptitudes comunicativas, sus destrezas administrativas, sus habilidades financieras son suficientes para asegurar su futuro. Pero en algún momento todo lo construido sin tener en cuenta a Dios se derrumbó.

Ya lo dijo el Señor, si alguien construye su casa sobre fundamentos superficiales y pasajeros, se derrumbará. El único fundamento correcto es Cristo, la Roca, y la forma de construir para que algo permanezca eternamente es obedeciendo su Palabra. “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.” (Matero 7:24-25).

¿Es Cristo el fundamento de tu vida? Todo lo demás puede fallar, pero su Palabra es la que permanece para siempre. La única seguridad está en Él. Aunque vengan las peores tormentas a tu vida, vas a permanecer firme porque Cristo es tu fundamento.

Cortesí­a Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

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