“El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene”. 1 Corintios 16:22.

La expresión “el Señor viene” en el original griego es una palabra traducida directamente de un vocablo en arameo, el idioma familiar de los judíos del tiempo del Nuevo Testamento. La palabra es “maran-atha”, que significa “nuestro Señor viene” o “nuestro Señor ha llegado”. El contexto indica el deseo de que ocurra de inmediato el retorno de Cristo.

Esta frase era muy usada por los creyentes de los primeros siglos. Hay registros de oraciones tales como esta: “Reúnenos en el Reino que tú has preparado. Maranata, Hosanna al Hijo de David”. Este deseo se expresa en Apocalipsis 22:20, justamente al final del libro a modo de último saludo: “El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús”.

El apóstol Pablo manifiestó en este saludo la esperanza gloriosa de todo creyente en Jesucristo. No tenía miedo alguno de tener que comparecer ante Él, por el contrario, ¡era su ferviente deseo! Este hombre de Dios vivía cada día esperando el regreso del Señor, sabía que a partir de Su venida, la verdadera justicia se impondría en el mundo, el reinado perfecto se le otorgaría a Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores.

El deseo de que Cristo regrese es también el deseo del Espíritu Santo y de la verdadera Iglesia de Cristo, Su esposa. Apocalipsis 22:17ª dice: “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven”. Si somos parte de la verdadera Iglesia, debemos tener siempre presente en nuestro espíritu que Jesús regresará otra vez a buscar a su pueblo.

La Palabra de Dios dice que su venida será sorpresiva, como un ladrón que aparece en la noche: “Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche” (1 Tesalonicenses 5:2). Los muertos en Cristo resucitarán y los que viven serán transformados: “…los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:16-17). ¡Aleluya!

¿Estás listo si el Señor viniera hoy? ¿Estás preparado para verlo cara a cara? ¿Ya le hablaste a tus seres queridos de Cristo? Que hoy puedas decir sinceramente y con todas tus fuerzas: ¡Maranata! ¡Amén, sí ven Señor Jesús!

Cortesí­a Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

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