«UN LÍDER QUE TRAE PAZ EN LA FAMILIA»

Hombre de Dios, Él te ha constituido líder en tu hogar para guiarlos hacia Dios en momentos de incertidumbre.  
 
Dios nunca te dejará solo. Él tiene los recursos que necesitas para guiar a tu familia. “Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros.” (2 Corintios 13:11). Tú no eres el que crea la paz, sino Dios. Tú debes proveer el camino para buscarla.
 
Cuando aparece una situación desafiante para la familia, cuando aparecen problemas inesperados, cuando hay que resolver situaciones rápidamente, tenemos la ayuda sobrenatural de Dios. Inmediatamente lo que podemos hacer como líderes espirituales es guiar a la familia a la oración, recordando pasajes de la Palabra que traen esperanza y afirman la confianza en nuestro Señor. Recuerda los pasajes donde Jesús ha prometido estar con nosotros y darnos de su paz. “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” (Juan 14:27). “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” (Mateo 11:28). “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33).
 
Tú puedes recordarle a tu familia que Dios siempre ha hecho una diferencia con su pueblo. Aunque siempre llueve sobre justos e injustos, cuando Dios actúa con sus juicios, cuando quebranta a un pueblo para que aprenda disciplina, cuando interviene para que los pecadores vuelvan a él, siempre hace una diferencia. Lo hizo con Israel en Egipto, cuando las plagas caían en la casa de Faraón y su pueblo, Dios preservó  a sus hijos de ellas. Cuando había hambre en Israel por causa de Acab, Dios proveyó alimento a Elías, a la viuda y a todos los que confiaban en Él. La promesa de Dios es “No serán avergonzados en el mal tiempo, y en los días de hambre serán saciados.” (Salmo 37:19).
 
Comparte el Salmo 91. Recordemos algunos versículos (91:3-7): “Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará…”
 
La diferencia la marcan los que realmente confían plenamente en Dios. Ellos lo conocen y saben que sus promesas siempre se cumplen porque es un Padre bueno y lleno de misericordia.

Cortesí­a Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

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