«DE TAL PALO, TAL ASTILLA»

1 Crónicas 28:20: “Dijo además David a Salomón su hijo: Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios, mi Dios, estará contigo; él no te dejará ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová”.
 
Los hombres de Dios transmiten a sus hijos palabras afirmativas para que avancen en lo que el Señor les está mostrando. Esto es posible porque primero han recibido la palabra de Dios en sus vidas.
 
Este es el caso de David. Él tenía toda la intención de construir un templo espectacular para Dios. Pero Jehová le dijo que no lo haría él, sino un hijo suyo. Escuchó de Dios directamente una parte del plan que tenía para uno de sus hijos. Escuchó y actuó. Puso manos a la obra. Se adelantó a este suceso y comenzó a juntar todo tipo de materiales para el proyecto que su hijo continuaría. No fue el gran templo de David. No, fue el gran templo de Salomón, su hijo.
 
Sin embargo, David luchó por ese plan para la vida de Salomón. David sabía muy bien que no alcanzaba con juntarle todo el material que necesitaba para la obra. Tampoco que la visión que él mismo había recibido alcanzaba. David sabía que Salomón necesitaba por sus propios medios buscar a Dios, conocer el plan directamente de Él, y sobre todo, esforzarse y hacerlo. Conociendo esto, David se propuso motivar a su hijo para que siempre hiciera la obra de Dios.
 
Este versículo nos muestra las palabras de David que pronunció a su hijo antes de morir. Son palabras afirmativas, de fe, de entusiasmo, positivas. Están llenas de certeza, confianza en Dios, esperanza, y ánimo para hacer la obra.
 
“Anímate y esfuérzate”: Habrá momentos en que su hijo podría desanimarse, pero la instrucción es que siempre debía buscar el ánimo que necesitaba. Dios era la fuente de ese ánimo. Y además debía estar acompañado de esfuerzo. Los hijos deben saber que nada es fácil en esta vida. Los padres deben enseñarle a ser responsables, a ser perseverantes, a hacer bien las cosas, y a hacerlas con propósito. El ser esforzados se aprende desde niños con sentido de responsabilidad, participando en las tareas del hogar, en emprendimientos familiares, incluso en actividades de la iglesia y evangelísticas.
 
“Manos a la obra”: Nuestros hijos deben poner en práctica todo lo que están aprendiendo. Para eso necesitan seguir el ejemplo de su padre. Un padre teórico que no aplica nada, será el peor ejemplo para sus hijos. Podemos decir muchos versículos de memoria, pero si no lo ven en nosotros, jamás los aprenderán. ¡Lo que escuchamos de Dios hay que ponerlo por obra!
 
“No temas ni desmayes”: Por supuesto que vendrán tiempos de temor, ansiedad, preocupaciones. Pero tienen que saber que Dios estará siempre para alimentar su fe, ayudarlos a crecer, a depender de la voz del Espíritu Santo cada día. Podrán afrontar momentos difíciles, pero no deben desmayar. Dios tendrá los recursos que necesiten.
 
“Jehová tu Dios, mi Dios”: El mismo Dios de papá, también es el de los hijos. Ellos lo aprenderán viendo a su padre orar, buscar el rostro de Dios, alimentarse de su Palabra, compartir con otros el mensaje. Si nuestros hijos aprenderán a depender de Dios, no es porque la Escuela Dominical fue el único medio que tuvieron para conocerlo. ¡Debe ser por el ejemplo de su padre! Nosotros debemos enseñarles a nuestros hijos a pasar tiempo con Dios, buscando dirección, tomando tiempo para darle gracias y adorarlo.
 
“Dios estará contigo, no te dejará ni te desamparará”: ¡Qué confianza la de David! Él podía decir esto porque lo había experimentado. Su hijo lo había visto con sus ojos durante toda la vida de David. Dios era el centro de su vida y había sido siempre fiel. El mismo Dios que está con el padre es el mismo Dios que estará con sus hijos, ¡y nunca los desamparará!
 
Los hombres de Dios animan a sus hijos a obedecer a Dios, a amarle y servirle con todo el corazón. No hay mayor satisfacción que ver a nuestros hijos buscar a Dios con pasión, amor, devoción. Y debemos estar confiados que lo que hemos sembrado en nuestros hijos, germinará a su tiempo y producirán fruto en abundancia para la gloria de Dios.

Cortesí­a Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

compartir por messenger
compartir por Whatsapp