“Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.” Hechos 28:30-31.

¡Cuántas situaciones difíciles tuvo que atravesar el apóstol Pablo para que se cumpliera este versículo! Fue apresado en Jerusalén; un grupo de judíos ultra religiosos planeó matarlo; fue eximido de ser juzgado en Jerusalén por haber apelado al César; sufrió un naufragio; fue picado por una serpiente venenosa. Incluso algunos dudaban de que fuera un apóstol de Cristo. ¿Qué más podía pasarle?

Pablo dice que todos sus sufrimientos redundaron en beneficio del reino de Dios (Filipenses 1:13). En esos años, muchos recibieron a Cristo como Salvador, el evangelio fue predicado a las personas más prominentes e influyentes de su época. Pablo fue llamado “una plaga” para el mundo pecador (Hechos 24:5), uno que “trastornaba el mundo” (Hechos 17:6), un “sectario” (Hechos 28:22). Sin embargo, a través de él, muchos estaban conociendo la verdad que trae salvación eterna.

Al llegar a Roma, mientras esperaba ser juzgado, Pablo siguió predicando el evangelio. Él se encontraba en una casa alquilada y bajo la custodia permanente de un soldado romano, pero podía predicar abiertamente y sin impedimento. Hacía tiempo que no había experimentado esa libertad religiosa, y por supuesto no desaprovechó un solo momento. Siguió cumpliendo con la misión que Dios le había encomendado.

Pablo nos dejó un gran ejemplo: Aprovechar las oportunidades que tenemos hoy. Si esperamos a que llegue el momento ideal para hablar del Señor, se nos pasará la vida y nos estaremos lamentando por haber perdido las ocasiones que se nos presentaron.

Vivimos en un país con libertad de expresión… pero para los cristianos verdaderos esa libertad está restringida. Sin embargo, tenemos ámbitos en donde todavía podemos hablar “abiertamente y sin impedimento” de Jesús. Hay personas que todavía no han escuchado la Verdad, que no tienen esperanza de vida eterna, y el tiempo se acorta. Tú tienes el mensaje, ¡compártelo!

Cortesí­a Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

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