“Ahora escuchen con cuidado, ustedes los que dicen: ‘Hoy y mañana iremos a tal o cual ciudad, y estaremos allá un año, y haremos negocios, y ganaremos dinero’. ¡Si ni siquiera saben cómo será el día de mañana! ¿Y qué es la vida de ustedes? Es como la neblina, que en un momento aparece, y luego se evapora. Lo que deben decir es: ‘Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello’.” Santiago 4:13-15.

Santiago, el hermano de Jesús, siempre fue muy directo. Lo sabemos por sus intervenciones en la iglesia primitiva, pero también por su epístola. Con total claridad nos dice que debemos tener cuidado de la forma en que nos referimos al mañana.

Uno de los errores que podemos cometer, es estar muy confiados de que tendremos el día de mañana y  manejarnos como si no estuviéramos regidos por lo que Dios ha determinado. Por supuesto que también la Biblia nos dice que debemos planificar, ser organizados, y prepararnos para el futuro, pero la intención de Santiago es recordarnos que el futuro siempre estará en las manos de Dios. Nunca debemos olvidar esto.

Antes de planificar debemos orar preguntándole al Señor qué tiene pensado para nosotros. A veces Dios nos mostrará claramente lo que debamos hacer, otras veces nos impulsará a avanzar hasta llegar a la puerta abierta, y en otras ocasiones, esperará que nosotros avancemos hasta que Él nos detenga con una puerta cerrada. Una puerta cerrada no significa que nos hemos equivocado en todo lo que hemos hecho. El apóstol Pablo había predicado en muchos lugares, pero cuando avanzó hacia la región de Asia y Bitinia, el Espíritu Santo se lo prohibió (Hechos16:6-10). Luego le mostró otra puerta abierta y partió para Macedonia.

El futuro no nos debe provocar ansiedad, como nos exhortó el Señor (Mateo 6:25), pero tampoco debemos llegar a creer que nosotros tenemos el control total de lo que pasará. Ahí es cuando Santiago nos dice que debemos sujetarnos a la voluntad de Dios.

Cuando te toque planificar para mañana, recuerda que tus planes están en las manos del Señor. No uses la expresión: “Si Dios quiere” y luego en la práctica te guíes por tus deseos y percepciones. Si conoces cómo Dios ha obrado en el pasado, entonces confía que sabrá guiar tu futuro.

Cortesí­a Pastor Pablo Giovanini
Iglesia Cristiana Renacer en Lynn, MA

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