«Dios todopoderoso, precioso Rey del cielo, en este momento me acerco a ti reconociendo que necesito tu ayuda, porque sin ti nada soy. Señor mi Dios, te pido por favor que limpies mi mente de todo pensamiento negativo y que me inundes con tu paz inagotable y dulce. Que en este momento, mis pensamientos sean infiltrados por tu Espíritu Santo y a Él le entrego hoy la administración de mis sentimientos, emociones, pensamientos y de mi completa voluntad. Haz conmigo tu voluntad mi Señor. En el Nombre de Jesús. Amén.»

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