«Jesucristo, precioso Rey, muchas gracias por tus bondades, por tus misericordias, por tu amor, tu salvación y tu perdón. Eres lo más maravilloso que tengo en mi vida y ahora, solo quiero disfrutar de tu presencia, agradeciéndote por todo lo que me has concedido, pues reconozco que todo lo que soy y lo que tengo es a ti a quien se lo debo. Por favor, perdóname por todas las veces en las que fui un ingrato y no me di cuenta de lo que me has otorgado. Ayúdame a apreciar cada día de mi vida tus misericordias para conmigo y no permitas que me olvide de ellas. Amén.»

compartir por messenger
compartir por Whatsapp