«Bendito Dios, todopoderoso, te doy gracias porque tú has sido muy bueno conmigo, pues en cada pequeño detalle de mi vida tú estás presente. En este momento en que estoy por irme a dormir, permíteme apartar este momento para deleitarme en tu presencia y simplemente agradecerte, adorarte y exaltarte por todas tus bondades. Me rindo ante ti y como un sacrificio vivo, entrego mi corazón a tus pies y te pido que tomes el control de todo en mí, de mis decisiones, mis pensamientos y de mi familia, porque tus pensamientos son más grandes que los míos y solo quieres el bien para mí. Amén.»

compartir por messenger
compartir por Whatsapp