«Bendito Dios poderoso, Rey de paz y mi Señor, te doy gracias por este día y por todas tus bendiciones y te pido perdón por mis pecados y ofensas, porque sé que muchas veces no me he comportado como un hijo redimido por tu sangre. Lávame con la sangre del Cordero Inmolado y ayúdame a ser la persona que tú quieres que sea. Ahora que me dispongo a dormir, te pido en el Nombre de Jesús que me cubras de tu gracia y de tu paz y me permitas tener una buena noche y un sueño reparador, creyendo y confiando en tu providencia para mi vida, amén.»

compartir por messenger
compartir por Whatsapp