«Amado Señor, en este momento de serenidad al final del día, me inclino ante ti en gratitud y humildad. Tú eres la roca en la que descanso, mi refugio en la tormenta y mi paz en la noche. Al cerrar mis ojos para dormir, te entrego mis preocupaciones y cargas, confiando en tu gracia redentora. En esta noche, permíteme experimentar tus promesas de renovación y fortaleza mientras descanso. Señor, guarda mis sueños y permíteme tener paz y consuelo en medio de la oscura noche. Amén.»

compartir por messenger
compartir por Whatsapp