«Señor Jesús, al final de este día, me postro ante tu gracia y misericordia y te doy gracias por tu constante presencia y amor inquebrantable. En esta silenciosa y oscura noche, mientras me preparo para el sueño, te entrego mis cargas y temores, sabiendo que Tú eres mi roca y mi fortaleza. Por favor, permíteme descansar en la certeza de que tu plan es perfecto, y que, en tus manos seguras, mi vida está asegurada. Que mi sueño sea un lugar de paz y que pueda sentir tu presencia y tu cuidado en medio de esta noche. Amén.»

compartir por messenger
compartir por Whatsapp