“En Dios haremos proezas, y él hollará a nuestros enemigos.” Salmo 60:12.

David estaba rodeado de ejércitos enemigos. Aunque sus soldados eran diestros y valientes, los enemigos los superaban en número. Sin embargo, David siempre se sometía a Dios, pedía dirección para cada batalla y seguía sus indicaciones.

Cuando leemos sobre las victorias de David en los libros históricos, muchas veces no tenemos detalles de todo lo que debió pasar, en cambio en este salmo sí. De hecho, el título es: “Plegaria pidiendo ayuda contra los enemigos”.

David se encontraba en un aprieto y no veía que llegara la ayuda divina. Se sentía desamparado, incluso creía que Dios estaba enojado con ellos. A pesar de sus sentimientos, clamó a Dios por ayuda porque sabía que la salvación solo podía venir de Él.

Al finalizar su oración, David proclama por fe que harían proezas, significa que no estaba esperando que Dios hiciera todo, sabía que se trataba de una coparticipación con Él. El Señor haría los milagros, pero ellos debían esforzarse y pelear la batalla. No era cuestión de quedarse con los brazos cruzados.

La palabra “proezas” en hebreo es el vocablo kjáil que significa “fuerza, valor, fortaleza, combatir, poderío”. Cuando nos levantamos con fe y confianza en el Señor estamos listos para enfrentar nuestras batallas. Él nos ayuda en los momentos de mucha presión y finalmente podemos ver la acción de Dios a nuestro favor.

Cada día tendremos luchas que enfrentar y debemos levantarnos con fe. Nuestro enemigo no es una persona sino el mismo diablo que viene para hurtar, matar y destruir, pero nunca debemos olvidar que “…mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo”. 1 Juan 4:4b.

Así que no te dejes intimidar, avanza con fe porque ¡en Dios harás proezas!

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
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