«Amado Padre celestial, me acerco a ti en esta noche con el corazón quebrantado y sintiendo que no puedo más, para implorar tu abrazo sanador, porque sé que en tus brazos puedo encontrar la paz que necesito para tener descanso y dormir en paz. Entrego a tus pies mi corazón atribulado, cansado y que ya no puede más para que lo sanes y te pido que en tus brazos pueda encontrar refugio y protección. Permíteme esta noche, recostarme en tu regazo y que en tus brazos pueda encontrar paz, gozo, alivio y consuelo, para conciliar el sueño y dormir plácidamente, amén.»

compartir por messenger
compartir por Whatsapp