Comenzó un nuevo año y no debería tratarse solo de estrenar un calendario. Creo que es una buena oportunidad para detenernos por un momento y evaluar lo que hemos vivido y aprendido en el año que pasó y asegurarnos de alinear nuestra vida con los propósitos que el Señor espera cumplir en y a través de nosotros en los meses que tenemos por delante.

¿Ya sabe hacia dónde se está dirigiendo? ¿Tiene claro cuáles son aquellas cosas en las que el Señor quiere que ponga especial atención?

Alguien dijo: “Hay algo peor que no saber hacer las cosas, y es no saber por qué las hacemos”.

Es tan fácil dejarnos llevar por la rutina y que las horas pasen y se conviertan en días. Los días se convierten en semanas. Las semanas en meses. Los meses en años. Los años se convierten en décadas. Y así, llegar al final de nuestra vida sin descubrir los planes que Dios nos tenía reservados.

Déjeme decirle que a menos que vivamos de una manera intencional, siempre nos sentiremos insatisfechos y frustrados.

El Salmo 90:12 dice: “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría”. En otra versión leemos: “Enséñanos a pensar cómo vivir para que nuestra mente se llene de sabiduría”. El autor sabía que no debía desperdiciar su vida.

Leí hace un tiempo una serie de preguntas que se le ocurrieron al escritor y profesor de seminario Don Whitney para hacerse al comienzo de un año. Estas son algunas de las que formuló:

¿En qué área de su vida necesita mayor crecimiento y qué hará al respecto este año?

¿Cuál es el área de su vida que necesita simplificar y de qué manera podría hacerlo?

¿Dé que manera, con la ayuda de Dios, tratará de hacer que este año sea diferente al año pasado?

¿Qué hábito le gustaría formar este año?

¿Qué es lo más importante que podría hacer para mejorar la calidad de su vida familiar este año?

¿Qué podría hacer este año para enriquecer el legado espiritual que le dejará a sus hijos?

¿A qué persona le gustaría alentar especialmente durante este año?

¿Qué cosa podría hacer para mejorar su vida de oración este año?

¿Cuál es la manera más útil de fortalecer a su iglesia local este año?

¿Qué es lo humanamente imposible que le pedirá a Dios que haga este año?

No estoy sugiriendo que respondamos a todas o que hagamos cien resoluciones para este nuevo año porque entonces no haremos nada. Pero creo que sería muy útil pasar un tiempo con el Señor y preguntarle en qué cosas quiere que nos enfoquemos. Puedo asegurarle que Él está muy interesado en decírselo. Una vez que lo sepa, no pierda de vista su objetivo y permita que el Espíritu Santo le ayude a alcanzarlo.

¡Que sus días cuenten a lo largo de este 2024!

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
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