«Amado Jesús, te doy gracias, porque a pesar de que te fallo una y otra vez, tú me miras con ojos de amor y con brazos abiertos sigues dispuesto a perdonarme y a aceptarme. Te pido perdón por mis pecados y te pido que me limpies con tu sangre para ser aceptable ante tu Santa Presencia. Me postro a mis pies, te adoro, te exalto y rindo ante ti todo lo que soy, incluyendo mis preocupaciones y mis aflicciones, quiero ser como un sacrificio vivo ante ti. Ahora que me dispongo a dormir y a descansar, me llenes de tu paz y de tu gozo, amén.»

compartir por messenger
compartir por Whatsapp