“Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y procuran matarme” Romanos 11:3.

Hasta Elías, profeta que hizo descender fuego del cielo y controlar las lluvias con sus oraciones, se deprimió. Las razones para que se sintiera así era que nada de lo que había hecho para Dios produjo una real transformación espiritual en el pueblo, y para hacer más complicada la situación, la reina Jezabel quería matarlo. Me imagino a Elías pensando: “Si con todas las señales que hizo Dios las cosas no cambiaron, entonces, hasta aquí llegué… ¿Para qué seguir en un ministerio improductivo? ¡Señor, llévame contigo!”

Ni tú ni yo podemos juzgar a Elías. Si estuviésemos en sus zapatos, quizás haríamos la misma oración: “¡Señor, llévame contigo!”

Muchas veces, cuando pasamos por situaciones que nos desgastan, nos entristecen, nos agotan, podemos llegar a pensar que somos los únicos que experimentamos tales cosas. Nadie tiene nuestra pasión, amor, fe, paciencia, doctrina, sensibilidad, sentido de excelencia. ¡Solo nosotros hemos quedado! Pero esto no es cierto.

El apóstol Pablo sufrió en carne propia lo que le pasó a Elías, ¡y muchas veces! Sin embargo, podía recordar la respuesta de Dios que levantó a Elías y a él también: “Me he reservado siete mil hombres que no han doblado las rodillas delante de Baal. De la misma manera, aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia.” (Romanos 11:4-5). ¡No estamos solos! ¡Hay miles de cristianos fieles en todo el mundo dispuestos a dar su vida por la Verdad de la Palabra de Dios!

Te pregunto, ¿sientes que a pesar de no ver resultados hay un “fuego ardiendo en tus huesos” que no te permite dejar de servir a Dios? ¡No estás solo! Hay miles que sienten lo mismo y siguen escuchando a Dios, testificando de Cristo, viviendo en la Verdad y siendo fieles a Su Palabra.

Levántate que Dios quiere hablarte, tiene instrucciones nuevas para ti. Y como Elías, solo tienes que dar el próximo paso, del resto se encargará el Todopoderoso que está a tu lado. ¡No estás solo!

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
Libro de devocionales «Tiempos de Refrigerio»
Adquiera el libro en Amazon

compartir por messenger
compartir por Whatsapp