“Sálvame, oh Dios, porque las aguas han entrado hasta el alma. Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo hacer pie… Respóndeme, Jehová, porque benigna es tu misericordia; mírame conforme a la multitud de tus piedades”. Salmo 69:1,2,16.

Cuando David escribió este salmo sentía que se estaba ahogando. De manera alegórica, dice que estaba tan abrumado por los problemas que parecía que el agua le llegaba al cuello y no podía hacer pie porque sentía que estaba pisando un fondo pantanoso. ¡Necesitaba ayuda urgente!

Siguiendo con la alegoría, David dice que estaba cansado de llamar, de pedir auxilio, pero nadie acudía a ayudarlo. Si lees todo el salmo verás que se habían levantado muchas personas en su contra, algunos se burlaban (v. 12), otros lo aborrecían (v. 14), e incluso llegó a decir que era un “extraño para sus hermanos, y desconocido para los hijos de mi madre” (v. 8). Wow, David sí que estaba desamparado.

El salmista sabía que la única ayuda tendría que venir desde arriba. Solo Dios era su socorro y refugio, solo el Señor podía extender su poderoso brazo y sacarlo del pozo cenagoso, de las aguas que le llegaban al cuello. Por eso es que comienza a clamar a Dios, a orar con desesperación (vs. 13-18). Había que poner la fe en marcha y depender exclusivamente del Señor. Él era el único que podía sacarlo de la angustia.

La evidencia de la confianza total de David en Dios está en el v. 30: “Alabaré yo el nombre de Dios con cántico, lo exaltaré con alabanza”. El salmista se estaba preparando para alabarlo aunque todavía no tenía una respuesta. Sabía que Dios no le iba a fallar; lo había librado tantas veces que su fidelidad lo movilizaría a actuar una vez más. ¡Qué confianza!

Si este salmo parece que te describe a ti también en este momento, entonces debes hacer lo mismo que hizo David: Clama a Dios con fe por una respuesta. “Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón” (v. 32).

¡Comienza a alabar al Señor y proclama su liberación porque la respuesta está en camino!

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
Libro de devocionales «Tiempos de Refrigerio»
Adquiera el libro en Amazon

compartir por messenger
compartir por Whatsapp