“La oración eficaz del justo puede mucho”. Santiago 5:16b.

¿Habrá algo más importante que la oración en la vida del cristiano? Si en la Biblia la palabra oración se repite más de 650 veces, entonces debe ser crucial.

La realidad es que si no oramos…

– Perdemos bendiciones.

– Se enfría nuestra relación con Dios.

– Se debilita nuestra fe porque confiamos más en nosotros mismos

– No sabemos lo que Dios quiere, cuáles son sus propósitos y planes.

– Perdemos la capacidad para reconocer los ataques del diablo.

– Cedemos a las tentaciones.

– No tenemos visión de eternidad porque vemos solo lo inmediato y material.

– Se debilitan las relaciones y ponemos en peligro a la familia.

Santiago nos exhorta a hacer oraciones eficaces. La palabra eficaz en griego es energéo que significa “ser activo, eficiente, obrar, operar”. La oración eficaz es la que se caracteriza por su seriedad, fervor y energía. Es la que se considera una prioridad.

El recurso más poderoso de un cristiano es su comunión con Dios mediante la oración. A menudo vemos poco resultados a nuestras oraciones porque oramos solo cuando nos sobra tiempo o cuando estamos en apuros, pero Dios espera otra actitud de sus hijos. Si queremos ver respuestas, entonces debemos orar con fe, fervor y perseverancia.

La oración eficaz es la que nos mantiene en una comunión ininterrumpida con el Señor. Por eso Pablo nos exhorta a “orar sin cesar” (1 Tes. 5:17) y a “perseverar en la oración, velando en ella con acción de gracias” (Col. 4:2). Escucha también al salmista: “Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, y él oirá mi voz.” (Sal. 55:17).

No abandones la oración. Es la manera de experimentar a Dios diariamente. Abre tu corazón para que Dios te hable hoy y lo verás hacer grandes cosas en y a través de tu vida.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
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