En muchos lugares encontramos esta frase colgada como un símbolo de protección, pero es uno de los salmos más poderosos y hermosos de la biblia, el Salmo 23. 

Uno de los cánticos que nos da la mayor fuerza para vivir guiados por su protección, en medio de cualquier circunstancia difícil. 

  • El señor es nuestro pastor 

Salmo 23: 1Jehová es mi pastor; nada me faltará.

Una declaración que nos permite comprender que si somos guiados por Dios, como un pastor guía a sus ovejas, nada podrá faltarnos. 

Un pastor se dedica a la guía, la cría y el cuidado de sus ovejas, vela fervientemente por ellas. De esta manera, Dios está al cuidado de nosotros, una metáfora que nos hace comprender el amor del Señor para con nosotros. 

David como pastor de ovejas, sabía todo el cuidado que hacía por estas criaturas, por eso en el Salmo 23 expresa que el Señor cuidaba y guiaba de esa forma su vida. 

  • Él es nuestro salvador no hay otro 

Salmo 23: 2 En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.

Escuchar cualquier otra voz nos llevará a senderos áridos, pero seguir la voz del señor nos llevará a descansar en delicados pastos. Esto nos hace entender, que solo de Dios puede venir la salvación de nuestras vidas, no hay otra forma de concebirla. 

Y es tanto su amor para con nosotros, que nos lleva junto a aguas de reposo. Es la manera de seguirle, entendiendo que su plan siempre será perfecto, aun cuando no lo entendamos. 

  • Sanará nuestra alma 

Salmo 23: 3Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

Cuando una oveja era herida, estaba el pastor para sanarla. Una forma de comprender que en medio del camino podremos ser heridos, pero el Señor nos guiará, fortalecerá nuestra alma y nos colocará nuevamente por el sendero que debemos seguir. 

Y aun así, cuando nos salgamos del sendero, él nos llevará a caminar por las sendas de justicia, porque su amor será infinito, y no se medirá por lo que hacemos, sino por lo que significamos para él. 

  • Nos librará 

Salmo 23: 4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Uno de los versículos más poderosos lo veo en el versículo 4. Dice que aunque seamos atacados por los poderes de las tinieblas, aunque andemos en un valle de sombra y de muerte, no podemos temer porque el Señor está con nosotros y él nos ayuda a combatir en los días malos. 

La certeza que tenía David es la certeza que debemos imitar. El salmo 23 no solo es un salmo hermoso, es una declaración de fe, que nos ayuda a comprender que aunque no todo  salga como deseamos, Dios es fiel a sus promesas y él nos cuidará. 

Siempre debes creer: DIOS ES UN DIOS QUE NUNCA FALLA. 

  • Nos prepara y unge 

Salmo 23: 5Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

Los enemigos no pueden tocarnos, cuando hemos creído y fundamentado nuestra fe en Dios. El Señor coloca sobre nosotros la unción y el poder de continuar y siempre nos llevará a un camino lleno de abundancia. 

Él prepara nuestra vida para enfrentarnos a cualquier circunstancia, o poder asumir con humildad las bendiciones que nos llegan por gracia. 

  • Nos premia con su bondad 

Salmo 23: 6Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.

Y de forma magistral termina el Salmo, haciéndonos saber que el bien de Dios nos acompañará todos los días de nuestra vida, y que veremos su bendición de forma eterna y sobrenatural.

Nuestro Padre celestial, por gracia nos ha concedido muchas cosas, entre ellas su bondad y su misericordia cada día. 

Por eso, cada día que leas el Salmo 23, hazlo como una declaración de fe, comprendiendo que la palabra de Dios es tan vigente para nuestros días, que nos puede ayudar a superar cualquier proceso, o entender cualquier momento que estamos viviendo. 

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