“¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son valientes; y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Jehová! …Como las aves que vuelan, así amparará Jehová de los ejércitos a Jerusalén, amparando, librando, preservando y salvando.” Isaías 31:1, 5

La población de Jerusalén estaba en aprietos. Las noticias no eran para nada esperanzadoras. Asiria se estaba levantando como una potencia mundial y había puesto los ojos en Jerusalén para atacarla, destruirla y llevarse los tesoros más preciados, incluyendo a personas para hacerlas esclavas. El ejército de Senaquerib parecía poderoso e invencible. Ya habían conquistado muchas naciones que se habían puesto a su paso y Jerusalén no estaría exenta. ¿A dónde acudirían para obtener ayuda? ¿Acaso Egipto no era un país con un gran ejército, un buen historial de victorias, incluso una nación de alguna manera amigable con Israel? Para muchos la ayuda venía de las tierras del Nilo.

Entonces se levantó el profeta Isaías y les dio una advertencia a quienes querían depositar su confianza en Egipto antes que en Dios. ¡Ay de ellos! Y esta frase es terrible. En contraste, Dios dice que Él mismo los cuidaría, como un ave cuida a sus polluelos.

Hay cuatro acciones que haría Dios por su pueblo, que valen también para hoy.

  1. “Amparar”. Esta palabra en hebreo da la idea de “proteger”. Aunque la situación sea difícil y sin esperanza, el amparo de Dios da la confianza y seguridad de que Él está “por encima” de nosotros para protegernos de cualquier ataque repentino.
  2. “Librar”. Esta palabra se traduce como “arrebatar, defender, despojar, libertar del opresor, recobrar lo perdido, redimir.” Aun si el enemigo hubiese tomado algo, sería temporal, porque será recobrado por Dios. Jesús no solo nos ha redimido del pecado, sino también de las consecuencias de haber estado en las garras del diablo. ¡Hay libertad en Cristo!
  3. “Preservar”. Esta palabra en hebreo es pasákj (sí, es la palabra de donde proviene “Pascua”) y significa “pasar por alto, brincar, saltar encima para librar, danzar”. Así como el ángel de la muerte pasó por alto las casas de los hebreos, ¡justamente en Egipto!, ahora también somos cuidados por Dios.
  4. “Salvar”. Es la palabra significa “librar o rescatar; conservar, guardar”. Seremos salvos “de” o “en” las situaciones que le encomendemos al Señor.

No confíes en promesas humanas o en recursos materiales, confía solo en Dios, porque de Él viene tu liberación.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini
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