¿El plato vacío?

Mariano y Camila su esposa, estaban en la cocina, su fogón apagado, ella estaba hablándole sobre la alacena que estaba vacía, ese día al parecer no tendrían para poder tomar sus alimentos, ni siquiera frijoles en ese preciso momento, -mientras ellos hablaban- , su hija menor venia saliendo de la habitación en pijamas y con una sonrisa y un buenos días papi y mami, les interrumpió su importante plática:

–Papi quiero comer pollo con tajadas.

Los padres se quedaron viendo con un signo de admiración en sus cabezas y al mismo tiempo uno de interrogación, su hija, muy inocente de lo que pasaba por las cabezas de sus padres y su conversación de hacía unos minutos, la cual estaba dentro del entorno de la realidad.

Fue en ese momento que su padre con mucha sabiduría, reflexionó sobre lo que su hija pedía:

– Está bien hijita, vamos a pedir por ese pollo que usted quiere, y fue así como Mariano tomó un plato vacío del estante y lo puso en el centro de la mesa del comedor y le dijo a su hija y a su esposa vamos orar por los alimentos:

–Señor te damos gracias por estos alimentos que nos has provisto, y tu bondad y fidelidad que siempre nos has mostrado, provee para quienes no tienen también, pedimos por ese pollo con tajadas que mi hija desea, perdónanos Señor por no creer a tu palabra, te pedimos esto pero más dándote las gracias porque sabemos que ya lo has hecho en el nombre de Jesús. Amén.

Al finalizar esa corta pero poderosa oración y sus ojos vidriosos mientras aún se tomaban de las manos algunos podrían decir que era una escena de película, pero fue unos minutos después, 20 minutos para ser exactos, que alguien tocó a la puerta de su hogar y cuando fueron y abrieron la puerta, estaba allí frente a ellos una hermana de su iglesia:

–Buenas… buenas…mis queridos hermanos, estaba cocinando este pollito con tajadas y Dios puso en mi corazón compartir con ustedes este almuerzo, lo he preparado con todo mi corazón. ¡¡Espero les guste!!

Don Mariano y Doña Camila tomaron el pollo y pudieron tomar su almuerzo con que su hijita les había pedido inocentemente. Mientras comían, sus lágrimas se derramaban de la provisión divina en este caso un milagro de compasión, había sido hecho. Estaban llorando y dando gracias a Dios por tan oportuno detalle de fidelidad. Una vez más estaban confirmando el poder de Dios al clamarle hasta en los detalles más pequeños cuando hay necesidad y un corazón que está dispuesto a querer creer y se hacía realidad aquel verso:

Joven fui, y he envejecido,

Y no he visto justo desamparado,

Ni su descendencia que mendigue pan.

Salmos 37:25

Dios pone el querer como el hacer en las personas.

Mariano y Camila aprendieron la lección que toda petición debe ser llevada primero delante de Dios, con acciones de gracias, sea para cosas pequeñas o cosas grandes.

Ellos dieron testimonio a su hermana que trajo ese pollo con tajadas y ella se gozó tanto que había podido ser sensible a ese llamado de Dios de ponerle ese deseo de compartir su pan con otros. No debía confundir su acción con su propia bondad, era algo dado de arriba.

Personas con su alacena llena muchas veces olvidan dar acción de gracias por sus alimentos que tienen en casa y el poder disfrutar de ellos pensando que eso es algo automático, otros se olvidan de pedir en acción de Gracias agradeciendo de antemano por lo que Dios va a hacer en sus vidas o está haciendo ahora mismo .

Si Dios pone en tu corazón compartir con otros, no dudes en hacerlo, esa acción ya estaba escrita en los cielos, solo se necesitaba de un siervo o sierva fiel que deseara cumplir dicho mandato:

Porque somos hechura suya,

creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras,

las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.

Efesios 2:10

Ve y haz tú lo mismo. Si te niegas, aún no eres sensible a ese llamado a compartir

No te olvides de dar gracias por lo que estás pidiendo, sea salud, sea alimento o una necesidad material que en realidad necesitas y cree que ya está en tus manos, al dar acción de gracias , evitarás la duda en el proceso de tu oración. Solo agradece como que ya está en tus manos y así será hecho.

Marcos 11:24

Dr. Mauricio Loredo 

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