Señor, al cerrar los ojos quiero decirte gracias. Gracias por protegerme, por proveerme y por no soltarme ni un segundo. Aunque no todo salió como esperaba, confío en que todo tiene un propósito. Toca mi corazón, calma mis emociones y enséñame a descansar sin temor. Que mientras duermo, tu paz gobierne mi ser. Mañana quiero despertar con alegría y fe renovada en Ti. Te amo, Jesús. Amén.

compartir por messenger
compartir por Whatsapp