En estos tiempos todos esperan que al día siguiente todo sea diferente, como si algo mágico tuviera que ocurrir para que todo sea diferente. Es que, desde que amanece el día, ya es diferente, porque nosotros hacemos el día y no el día a nosotros. Ya lo decía el salmista, “Éste es el día que el Señor ha hecho; y en él nos alegraremos y regocijamos” Salmos 118:24.

Lo hizo para nosotros, el Señor hizo el día con gozo y alegría, somos nosotros quienes debemos vivirlo así. En lo que sucede en estos días, el Dios de amor y misericordia Nos está dando la oportunidad y nos está enseñando, cómo vivir el día a día, y cómo vivirlo en él. Sabiendo que su misericordia es Para siempre, que no demos lugar al temor, que confiemos en él, que nos fortalezcamos en él, que le alabemos, porque nuestra salvación es él.

Pastor Carlos Roberto Robledo

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