Yo soy el camino

Esta aseveración que la encontramos en Juan 14:6. «Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.«

Nunca antes había una conexión directa con Dios padre, sino hasta que vino el Mesías amado y esperado Jesucristo, quien era quien iba a llevar a Dios de nuevo a Su creación, porque lo que en Adán se perdió, en Jesús se rescató.

Jesucristo es el único camino al cielo, no más dormir y quedar en espera, sino que el mismo en la tumba de Lázaro lo dijo, cuando Marta le aseguraba que ella sabía que en el día postrero él iba a resucitar, y Jesús le dijo: «Yo soy la Resurrección y la vida.» (Juan 11:24-26).

Aquí estaba revelándose antes de hacer el sacrificio por nosotros, y dejó en claro al levantar a Lázaro de su tumba de cuatro días, o sea una descomposición total. No había forma de dudar, nadie ni en ese momento, ni en el futuro.

Jesucristo es el único que se ha levantado de entre los muertos por si mismo, para poder rescatar a los suyos que hemos decidido creer en Él. Él también es la verdad, no existe otra, porque si Ud. piensa que hay otra verdad, entonces le hace a Él mentiroso, y debe pagar por ello con su vida (la persona que duda de esa verdad).

Y es la vida, esa vida que estaba escondida en Su hijo Jesucristo, no había sido revelada hasta hace 2000 años atrás. Se reveló lo que por muchos años los antiguos esperaban según las escrituras.

El Ladrón al lado de Jesús que decidió seguirle en su último momento dijo: «acuérdate de mi cuando vengas en tu reino.» (Lucas 23:42).

Ese ladrón algo había escuchado de Él, y Jesucristo le dijo: «De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.» (Lucas 23:43).

Hoy mismo era en ese momento que iban a partir, porque iban a ir directo al paraíso. No necesitaba esperar más, no necesitaba descansar más, pasarían las barreras que antes estaban esperando a que llegara el único que podía ser el camino: Jesús.

No te atrases en tu caminar, no dilates tu tiempo, busca a Jesús dile que te arrepientes de tus pecados. Derrámate ante Él y pídele que te perdone, y entre en tu vida por la misma fe, y te aseguro que por siempre vivirás.

Dr. Mauricio Loredo

compartir por messenger
compartir por Whatsapp