“En esta cuarentena lo que hay que hacer es reinventarse. estar todavía más en contacto, y usar la creatividad”

Cortesía: Evangelico Digital

Hace unos días publicamos la primera parte de una entrevista exclusiva a Ale Gómez, conocido y revolucionario líder evangélico juvenil que reside en Argentina.

En esa primera parte hablamos de la tremenda obra social que están realizando ayudando a jóvenes maltratadas y abusadas.

En esta segunda parte le preguntamos cómo realizar la labor de atender a los jóvenes de la iglesia en medio de una situación tan compleja como está siendo la pandemia.

Pregunta.- ¿Qué les recomendarías a los líderes de la iglesia, que hoy en día están limitados por la pandemia, para mantener contenidos a los jóvenes?

Respuesta.- Lo que estamos haciendo en la Iglesia de la Cruz es estar todavía más en contacto, y usar la creatividad para estar juntos con los jóvenes. El otro día tuvimos una reunión y habían 350 jóvenes y nos pusimos a jugar, y ahí los premiamos con hamburguesas que les llegaban por delivery.

Creo que tenemos que ser más inteligentes, mucho más interactivos y estar más tiempo juntos. Ahora no basta con estar presente solo las dos horas del sábado y las dos horas del domingo. No alcanza, tenés que estar más tiempo, generando otras cosas, otros gupos de interés.

En este momento, por ejemplo, tengo grupos en la iglesia aprendiendo inglés, otro grupo aprendiendo guitarra, aprenden a cocinar, y también muchos se están entrenando con los Jesus Warriors, mi equipo de danza.

En esta cuarentena lo que hay que hacer es reinventarse. Más actividades. Grupos de baile, de gimnasia, y que el joven se sume en lo que le guste. Y en la semana también hacerse esa hora para hacer contacto con el grupo. Está bueno, además abrir el juego y que cada uno de los chicos pueda charlar con vos por videollamada y abrir su corazón si lo desea.

Es importante tratar de no hacerlo muy largo, tampoco sirve consejería de tres horas, porque sino los chicos se aburren.

P- Servir es bueno para el que lo recibe, pero también para el que lo da. Dicen los psicólogos que hasta ayuda en la autoestima. Si había jóvenes que servían como ujieres, en un grupo de conexión, en alabanza o en cualquier otra área de la iglesia, ¿qué alternativas tienen para servir hoy en día, con la pandemia de por medio?

R- Tenemos jóvenes que les están haciendo favores a los abuelos. Los abuelos de la iglesia te llaman por si tienen que pagar el gas, comprar medicamentos o lo que sea, y lo hacen los jóvenes. Esto ha servido mucho para los jóvenes que quieren ayudar.

Lo otro que se nos ocurrió ahora es hacer carteles para poner en la puerta de su casa, que digan por ejemplo “Jesús te ama” o “No tengas temor”. La gente pasa, lo mira, y le llega. Dar mensajes está bueno para expandir el amor de Dios.

Seamos portadores de buenas noticias. No seamos portadores del Apocalipsis, porque hoy la gente necesita escuchar el mensaje del Evangelio.

Yo ya no hablo más del coronavirus. Nosotros no estamos para ser apocalípticos y decir si hay o no conspiraciones contra la Iglesia. Estamos para dar el mensaje de Jesús. Demos el mensaje de Jesús, hablemos del mensaje de Jesús, contagiemos el amor de Dios. Que cuando nos vean a nosotros digan, jóvenes que aman, hay jóvenes que bendicen, hay jóvenes que dan buenas noticias.

Tengo gente, los más ancianos de la iglesia que ven todo el día el noticiero en la televisión y se deprimen. La gente está muy deprimida y se quiere suicidar.

Yo les digo “No miren el noticiero del infierno, miren el noticiero del cielo”.

Y que nuestros Instagram y nuestros Facebook también compartan buenas noticias.

La iglesia no está para criticar, sino para bendecir. Llevemos a la iglesia a ser protagonista, transformadora y portadora de buenas noticias.

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