“¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.” Apocalipsis 12:12.

Al diablo le queda poco tiempo. Él lo sabe. No conoce el futuro, porque no es omnisciente, pero cuando ve las señales de los últimos tiempos, sabe que debe actuar rápido.

Sus estrategias cambian de acuerdo a los tiempos, la cultura, las filosofías del momento. Lo sabemos por la Palabra, y debemos prestar atención “para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.” (2 Corintios 2:11).

En este tiempo de pandemia, sus ataques van dirigidos especialmente a nuestras mentes. Aprovecha cada oportunidad para susurrar sus mentiras a nuestros oídos: “Dios te ha olvidado”. “Estás a merced de un virus”. “Tus oraciones no están siendo contestadas”. “Todo se ha complicado demasiado, ya no hay esperanza”. ¡Mentiras del diablo! Dios sigue sentado en su trono, reinando, escuchando las oraciones de sus hijos, preparando una salida y dándonos fuerzas para esperar.

El enemigo tiene puestos sus ojos sobre tu vida, pero también sobre tu familia. Él no ahorrará esfuerzos para destruir tu matrimonio y la vida de tus hijos. Debemos prestar mucha atención y actuar en consecuencia. ¡Levántate y defiende lo que Dios te ha dado!

También ataca a la verdadera Iglesia. Busca paralizar a los hijos de Dios, enfrentarlos, desanimarlos, desviarlos de su misión. Él quiere que nos involucremos en batallas equivocadas. Espera abortar cada iniciativa para avanzar. Pero debemos recordar el consejo de Santiago: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.” (4:7).

El Señor te ha delegado autoridad. “He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.” (Lucas 10:19). Debes ponerle límites al diablo y no permitir que avance más.

Hebreos 11:33 dice que todos los que confían en Dios, por fe ganaron reinos, obraron justicia, alcanzaron promesas, taparon las bocas de leones.  Cerraron los poderes del infierno al pararse firmes en la Palabra de Dios.

Así que, cuando escuches el rugir del león, cae sobre tus rodillas y recuerda que al orar, el diablo solo puede retroceder.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini Iglesia Cristiana Renacer Lynn

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