Paz sea a los hermanos, y amor con fe, de Dios Padre y del Señor Jesucristo.” Efesios 6:23.

Todo el mundo desea paz y amor. En la década del ’60 la frase “paz y amor” (“peace and love”) se viralizó a través de la forma de vivir de los hippies. Hubo frases célebres relacionadas con estas palabras, logos, grafitis, ropa con los emblemas del momento. El clamor estaba basado en finalizar las guerras para dar lugar a la paz y el amor entre los humanos. Las décadas siguieron pasando, las guerras continuaron, y el deseo del ser humano sigue siendo el mismo.

La Palabra de Dios nos dice que los que han recibido a Cristo como Salvador y Señor de sus vidas (Juan 1:12) son verdaderos hijos de Dios y reciben del Padre Celestial todo lo que necesitan, incluyendo la paz (Romanos 5:1) y el amor (1 Juan 3:1).

La paz que viene de Jesús supera las expectativas del hombre. El pedido de paz global se refiere principalmente a la ausencia de guerra, pero el Señor nos ofrece un tipo de paz superior. “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da.” (Juan 14:27). A tal punto es mayor esta paz que nuestra razón no encuentra bases lógicas para entenderla. Es algo sobrenatural. Filipenses 4:7 dice: “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Siempre estaremos confiados y seguros en la paz que nos da el Señor.

¡Y qué tremendo es experimentar el amor de Cristo! Cuando nada ni nadie podía librarnos del pecado, Cristo apareció en nuestra vida y nos trajo salvación completa. Nadie nos ama como Él, nadie nos valora como Él, nadie es capaz de seguir a nuestro lado a pesar de nuestras debilidades. Su amor hacia nosotros es tan inmenso que no se puede medir. Y preste atención, no solo la paz de Jesús sobrepasa nuestro entendimiento, ¡también su amor!: “…y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.” (Efesios 3:19). ¡Aleluya! ¡No trates de entender el amor de Dios, solo acéptalo y disfrútalo!

Sin embargo, muchas veces no sentimos la paz y el amor que Dios nos promete, quizás sea porque buscamos “el amor y la paz de Dios” en vez de buscar “al Dios de la paz y el amor”. Nuestra prioridad siempre debe ser buscar al Señor y no solo sus beneficios. Cuando lo que anhelamos es a Dios mismo, Él se encarga de darnos todo lo que necesitamos. “…El Dios de paz y de amor estará con vosotros.” (2 Corintios 13:11). Su paz y su amor son una demostración clara del compromiso de bendecirnos al máximo.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini Iglesia Cristiana Renacer Lynn

 

compartir por messenger
compartir por Whatsapp