“Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto. He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.” Daniel 3:16-18.

Literalmente esta era una prueba de fuego. El rey Nabucodonosor había ordenado que todo el imperio adorara su estatua, y quien no lo hiciera, sería enviado al horno de fuego. El rey pensó que con semejante castigo nadie dejaría de adorar su imagen. Claro, no conocía a los verdaderos hijos de Dios que estaban entre su pueblo.

Sadrac, Mesac y Abed-nego no se doblegaron. Sus convicciones eran más fuertes que el fuego abrasador. Su fe era inquebrantable. Seguramente desde niños habrían escuchado la promesa de Dios para los que creen en Él: “… Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.” (Isaías 43:2b). Ahora había llegado la hora de experimentarlo.

“Si Dios dice que la llama no arderá en nosotros, entonces Dios puede librarnos”. Esa fue la primera parte de la respuesta al rey. Pero la segunda fue más firme: “Y si no, tampoco adoraremos la estatua que has levantado”. ¡Qué tremenda seguridad! ¡Cómo Dios no iba a intervenir a favor de estos tres muchachos dispuestos a dar sus vidas por su fe!

¿Conoces el final de esta historia? Aunque el rey mandó a calentar el horno siete veces más, estos jóvenes fueron preservados, ¡ni olor a humo tenían! Pero la parte que más impactó a Nabucodonosor fue que vio al ángel del Señor con ellos. Este hombre quedó tan tocado que su declaración final es una alabanza al Señor: “Bendito sea el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él, y que no cumplieron el edicto del rey, y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios que su Dios” (v.28).

¿Estás pasando por una “prueba de fuego”? ¿Tienes la sensación que de esta no sales? Dios tiene una salida para ti. No te rindas a las propuestas del enemigo que quieren robarte la fe. Permanece firme en tus convicciones espirituales y sentirás que el mismo Hijo de Dios está caminando contigo en medio de tu prueba.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini Iglesia Cristiana Renacer Lynn

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