“Si alguno conspirare contra ti, lo hará sin mí; el que contra ti conspirare, delante de ti caerá. Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová.” Isaías 54:15,17.

Hay personas que se oponen a nosotros abiertamente, otras veces la oposición es a nivel espiritual, y muchas otras ni siquiera nos damos cuenta de que “nos hacen la guerra encubiertamente”. Hay gente influenciada por el diablo que “conspira” contra los hijos de Dios para intimidarlos.

“Conspirar” en hebreo gur, significa: “encoger, temer, hostigar, atemorizar”. El enemigo sabe cuáles son los puntos débiles de los creyentes y los usa para menoscabarlos y que se sientan sin valor. Pero Dios se levanta poderoso y proclama que los que le sirven tienen como herencia Su autoridad para deshacer toda mentira de Satanás.

Dios promete que “ninguna arma forjada contra ti prosperará”. Por supuesto que no estamos hablando de armas literales, sino de armas espirituales. Los argumentos que se levanten contra un hijo de Dios que vive en la verdad no prevalecerán, tampoco los que se usan para detener el avance de alguien que quiere servir a Cristo.

¿Hay personas que se enojan contigo porque no participas de cosas que sabes que no le agradan a Dios? ¿Algunos ya no te hablan desde que tienes una relación con Cristo? ¿Hay personas que te provocan para que entres en discusiones y peleas? Mira lo que dice Dios de ellos: “He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo. Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.” Isaías 41:11 ¡Tienes de tu lado al Señor Todopoderoso!

Eres un hijo de Dios desde el mismo momento que aceptaste a Cristo como tu Salvador, le confesaste tus pecados, y decidiste vivir para agradarle a Él. El Espíritu Santo que vino a morar en ti desde ese día, quiere recordarte hoy que eres victorioso por la obra de Jesucristo y nadie podrá conspirar contra ti.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini Iglesia Cristiana Renacer Lynn

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