“Luego me mostró otra visión. Vi al Señor de pie al lado de una pared que se había construido usando una plomada. Entonces el Señor me dijo: ¿Qué ves, Amós? Y dije: Una plomada de albañil. Y el Señor respondió: Probaré a mi pueblo con esta plomada. Ya no pasaré por alto sus pecados.” Amós 7:7-8 (NTV).

Cuando estudiaba en el seminario, aún tengo presente la visita de un grupo misionero que vino por unos días a ayudar en la construcción de algunas instalaciones. Recuerdo especialmente la construcción de una pared que daba a la calle. Estos hermanos se vistieron de “albañiles” y trabajaron con entusiasmo hasta terminarla. El deseo de ayudar y el amor por la obra de Dios eran evidentes, ¡pero fue la pared más torcida que haya visto en mi vida…! El problema fue que nadie usó un nivel o hilo de albañil y mucho menos una plomada. Un año más tarde hubo que construir la pared de nuevo.

La moraleja es que las buenas intenciones no alcanzan para construir correctamente, se necesitan conocimientos y las herramientas apropiadas. En la vida cristiana es igual, para que nuestra edificación espiritual perdure, hay que edificarla correctamente.

El diccionario define la palabra plomada como una pesa de metal colgada de una cuerda que sirve para comprobar si algo está recto. Esta palabra en hebreo es yashar, cuyo significado es “ser recto” en el sentido de “emparejar” o “nivelar”. En la Biblia, el resultado de seguir la línea de la “plomada de Dios” es la rectitud.

Dios dice que Él va a poner su plomada en la construcción de nuestra vida espiritual, la medirá y solo pasará la prueba aquella que se ajusta a la rectitud de la plomada. En la Palabra de Dios encontramos todo lo que debemos saber para edificar correctamente, por eso, el día que estemos ante la presencia del Señor no podremos decir que no sabíamos cómo construir.

¿Cómo estás construyendo tu vida espiritual? ¿Sigues los dictados de la cultura o los mandamientos de Dios? ¿Haces caso a la voz del Espíritu Santo o simplemente te dejas guiar por tus deseos?

Asegurémonos de estar andando en rectitud, siendo fieles a lo que nos dice la Palabra de Dios.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini Iglesia Cristiana Renacer Lynn

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