“Y Zelofehad hijo de Hefer no tuvo hijos sino hijas; y los nombres de las hijas de Zelofehad fueron Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa”. Números 26:33.

En la cultura hebrea era muy importante el nacimiento de varones en un hogar para perpetuar el nombre de la familia y heredar las tierras que Dios les había dado en posesión. Pero Zelofehad no tuvo hijos varones, sino que Dios le regaló cinco hijas. Probablemente este hombre se habrá sentido preocupado por el futuro de su familia, sin embargo, estas cinco jóvenes, Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa, hicieron historia en Israel.

La ley de Dios decía que los primogénitos varones eran los únicos que podían heredar las tierras, pero estas hermanas fueron a Moisés, al sacerdote Eleazar, a los jefes de las tribus y a toda la comunidad para discutir su caso y les dijeron: “Nuestro padre murió en el desierto, pero no por estar entre los seguidores de Coré que se rebelaron contra Dios…, y no tuvo hijos varones. ¿Por qué debería desaparecer el nombre de nuestro padre de entre su clan solo porque no tuvo hijos varones? Dennos una porción de terreno entre el resto de nuestros parientes”. (Números 27:3-4).

Entonces Moisés va a Dios por consejo y recibe esta palabra: “La petición de las hijas de Zelofehad es legítima. Así que dales una porción de terreno junto con los parientes de su padre. Asígnales la porción de terreno que se hubiera dado a su padre. Y da al pueblo de Israel las siguientes instrucciones: Si un hombre muere sin dejar hijo varón, entonces se le dará su herencia a sus hijas” (vs 7-8). ¡Tremendo! ¡Dios no solo les concedió su petición sino que cambió la ley en Israel por la audacia de estas cinco mujeres!

Esta historia nos enseña que Dios obra a través de aquellos que tienen una fe audaz y están dispuestos a enfrentar desafíos para recibir lo que Dios les prometió.

Dios hace caminos donde no los hay; abre puertas que parecen imposibles de abrir. Él se encarga de los obstáculos que se presentan en el camino de aquellos que quieren avanzar.

Todavía sigue vigente Mateo 7:7-8: “Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo aquel que pide recibe; y el que busca halla; y al que llama se le abrirá”.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini Iglesia Cristiana Renacer Lynn

 

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