“Si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo? Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono; sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres. Jehová prueba al justo”. Sal. 11:3-5.

Estamos pasando por un tiempo muy difícil a nivel mundial, pero esto no tomó por sorpresa al Señor. Hay muchos propósitos que se están cumpliendo, y estoy seguro que uno de ellos es probar qué tan firme es el fundamento de cada hijo de Dios.

El buen fundamento es el que fue construido siguiendo los planos del Arquitecto que es Dios. Así como hay códigos de construcción que debemos respetar en lo terrenal, también hay códigos en lo espiritual.

El fundamento que resiste la prueba es el que se construyó después de haber quitado escombros y basura. No construimos nuestra vida espiritual sobre los valores del mundo.

El fundamento que resiste ha sido construido con materiales resistentes. El mismo Señor se encargó de ejemplificarlo de esta manera: “Por tanto, todo el que oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca. Pero todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, soplaron los vientos y azotaron aquella casa. Esta se derrumbó, y fue grande su ruina”. Mateo 7:24-27.

Si hemos construido de manera incorrecta, las cosas pueden parecer estar bien durante un tiempo, pero colapsarán al golpear la tormenta.

Hay solo un fundamento seguro y ese es Cristo. Si tenemos una relación profunda y genuina con Él, entonces no hay nada que temer.

¿Cómo se encuentra tu fundamento en medio de esta “tormenta”? ¿Estás construyendo con materiales duraderos?

Cortesía Pastor Pablo Giovanini Iglesia Cristiana Renacer Lynn

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