“Yo, por tanto, he determinado ahora edificar casa al nombre de Jehová mi Dios, según lo que Jehová habló a David mi padre, diciendo: Tu hijo, a quien yo pondré en el trono en lugar tuyo, él edificará casa a mi nombre”. 1 Reyes 5:5.

Salomón determinó edificar una casa para Dios. La palabra determinar en hebreo significa “afirmar, anunciar, dar aviso, contar, declarar, prometer”. Este verbo se refiere a lo que se comunica a través de las palabras y de los hechos de una persona. Determinar es manifestar con acciones lo que se ha decidido en el corazón. Este rey dijo a todo el reino lo que había resuelto en su corazón y en los siguientes años se vio reflejado en la construcción del templo más extraordinario de la historia.

Nuestras determinaciones siempre manifiestan las prioridades de nuestro corazón. Si para nosotros lo más importante es que Dios gobierne cada área de nuestra vida, entonces determinaremos construir nuestra vida espiritual continuamente. Cualquiera otra resolución que hagamos deberá estar sujeta a esta determinación.

Hoy, nosotros somos el verdadero templo de Dios. Dice 1 Corintios 3:16-17: “¿No saben que ustedes son templo de Dios, y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios es santo, y ustedes son ese templo”. La verdadera santidad comienza en el corazón, en nuestros pensamientos, para afectar de manera integral todo nuestro ser.

Las determinaciones que hacemos en el corazón también se expresan públicamente. Ningún verdadero hijo de Dios debe avergonzarse de sus decisiones por Cristo.  Por otro lado, cuando hacemos declaraciones públicas nos estamos comprometiendo verdaderamente a llevarlas a cabo. Lo que expresamos externamente es la manifestación de lo que realmente creemos.

Una determinación verdadera permanecerá a través del tiempo. Salomón tardó aproximadamente siete años en terminar el templo, pero nunca hizo una pausa ni se desanimó viendo todo el trabajo que había que hacer. Salomón siempre vio la mano de Dios proveyendo todo lo que necesitaba e incluso dándole ayudantes fieles. Cuando estamos determinados a que el Señor edifique nuestra vida, Él nos enviará la ayuda necesaria.

Que tu determinación de seguir construyendo tu vida espiritual bajo cualquier presión se mantenga firme. Dios ha comenzado una excelente obra en ti. Permítele completarla.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini Iglesia Cristiana Renacer Lynn

 

compartir por messenger
compartir por Whatsapp