“Señor, ¿Qué quieres que haga?” 

“Él, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿Qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.” Hechos 9:6.

Saulo era una persona difícil de convencer. Cuando a este fariseo se le ponía algo en la cabeza no había forma de hacerlo desistir estaba seguro que perseguir y matar a los cristianos era lo que debía hacer en nombre de su fe y religión. ¿Quién podía frenar a Saulo? Nadie, humanamente hablando, se atrevía. Sin embargo, los cristianos estaban orando para ser librados de esta terrible persecución llevada a cabo por este líder religioso. Pero ninguno podía llegar a imaginar cómo respondería el Señor a esas oraciones… 

Con una fuerte luz del cielo Jesús hace caer al suelo a Pablo y junto con él cae su arrogancia y su crueldad. Saulo sabe que está ante un evento sobrenatural, divino y entonces pregunta: ¿Quién eres, Señor? La respuesta lo deja consternado: “Yo soy Jesús a quien tú persigues”. Esta declaración pone su vida de cabeza. De repente se da cuenta de que ha vivido equivocado toda su vida.

¿Por dónde comenzar cuando sabes que te has equivocado; que todo lo que has hecho ha sido un tremendo error? Saulo sabe cuál es la pregunta que debe hacerle a Jesús: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?” 

Muchas veces nosotros también deberíamos hacernos esta pregunta cuando descubrimos que nos hemos equivocado. Pero hacerla implica no solo tener una respuesta, sino también aceptarla y obedecerla. 

A Saulo se le dijo que entrara a la ciudad y esperara ¡tres días! Ciego, confundido, vulnerable, debilitado. Y la respuesta llegó a través de un siervo llamado Ananías. Dios le reveló a Pablo que iba a padecer mucho por Su nombre porque llevaría el evangelio a los gentiles. Un gran privilegio y un gran compromiso que incluía padecimientos. Pablo ya tenía la respuesta a su pregunta.

Cuando las cosas no van bien en tu vida, cuando todo parece ir en la dirección contraria, es tiempo de caer a los pies de Jesús y preguntarle: “¿Qué quieres que yo haga?”

Si de verdad quieres conocer su respuesta, Él se encargará de hablarte fuerte y claro. Quizás no escuches lo que esperabas, pero si te atreves a creer y obedecer, podrás experimentar aquellas cosas que solo suceden cuando estás en el centro de Su voluntad.

Pastor Pablo Giovanini Iglesia Cristiana Renacer Lynn

 

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