“Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido”. Lucas 15:5-6.

Hay de todo en el rebaño del Señor. Hay ovejas mansas y obedientes, siempre atentas al Buen Pastor y disfrutando de su cuidado. Hay otras que siempre están listas para probar pastos de otros campos y cuando se alejan del perímetro de protección, terminan enredadas en algún arbusto. Hay ovejas sordas, que nunca escuchan los llamados de atención, ni la voz de salida del Pastor. También hay ovejas distraídas que muchas veces pierden de vista al rebaño. Pero también hay ovejas testarudas y egoístas que son capaces de “ensuciar el pasto y el agua” para que otras no coman, y hasta pueden “empujar con el hombro” a las otras para sacarlas del camino. Ezequiel 37:18-21.

La Biblia nos compara con ovejas, animales muy fáciles de extraviar. “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.” (Isaías 53:6). En sentido espiritual, todos hemos nacido en pecado, apartados de Dios, pero también muchos han conocido el evangelio y se han apartado del camino por diferentes causas.

La persona que trabaja en el pastoreo de ovejas, cuando tiene una rebelde es de las primeras que se quiere desprender. ¿Qué haríamos nosotros con una oveja así? Tal vez la traeríamos de la oreja, del cuello o arrastrándola, usando la vara y el cayado para que aprenda… Pero el Señor no es así. Él la busca y la trae de nuevo al rebaño; si se lastimó, venda sus heridas con amor, y si no puede caminar ¡la lleva en sus brazos! ¡Cuánto amor!

Si te has alejado del Señor, este devocional es para ti. El Buen Pastor está buscándote, te rescatará del lugar en donde hayas caído, sanará tus heridas y te devolverá tu dignidad como hijo/a de Dios.

Jesús sigue restaurando vidas que se arrepienten de sus pecados y se dejan pastorear por Él. En el Señor no hay reproches ni venganza. Su perdón es absoluto. Su restauración es perfecta, tanto que te hace sentir como si nunca te hubieras ido de su lado.

Cortesía Pastor Pablo Giovanini Iglesia Cristiana Renacer Lynn

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